LOS SANTOS HABLAN

“Quien medite de corazón cada uno de estos Mensajes, obtendrá Gracias especiales para su vida espiritual. Si es pecador, se convertirá; si es imperfecto, se volverá perfecto; si es santo se hará más santo; si es tentado triunfará; si sufre, podrá encontrar en estas meditaciones, la fuerza, la medicina, el consuelo; y si su alma es débil y pobre, hallará un alimento espiritual y un espejo en el que mirándose continuamente, se embellecerá y se hará semejante a Jesús, nuestro modelo. AMEN, AMEN, AMEN.

lunes, 18 de julio de 2016

Se ha marcado el inicio de la gran batalla. Enseñanza Núm.7

¡Dios advierte: los Tiempos de Oscuridad llegaron sobre la Iglesia y el Mundo. Los Profetas con valor deben anunciar y denunciar!
Enseñanza Núm.7 

Virgen del Apocalipsis (Apoc. 12,1ss)

Dios pide a todos los hombres de todo el mundo un cambio total. Tiene ya fijado un día en que juzgará a todo el mundo con justicia. Los Profetas deben anunciar y denunciar con valentía lo que está sucediendo y pasará, no teman, Yahvé Dios está con ustedes. La Gran Batalla ha marcado su inicio, Ármense para resistir las obras del diablo, analícenlo todo, lo diga quien lo diga.

Enseñanza Núm.7 
28 DE MAYO DE 2016 


Si de verdad somos del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a las creaciones del arte y de la fantasía humanas, ya sean de oro, plata o piedra. Ahora precisamente, Dios quiere superar esos tiempos de ignorancia, y pide a todos los hombres de todo el mundo un cambio total. Tiene ya fijado un día en que juzgará a todo el mundo con justicia, valiéndose de un hombre que ha designado, y al que todos pueden creer, pues él lo ha resucitado de entre los muertos. (Hechos 17:29-31) 

Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: «No tengas miedo, sigue hablando y no calles, pues en esta ciudad me he reservado un pueblo numeroso. Yo estoy contigo y nadie podrá hacerte daño.» (Hechos 17:29-31)

Cuando vayas a la guerra contra tus enemigos y veas caballos, carros y un ejército más numeroso que el tuyo, no les tengas miedo, porque está contigo Yavé, tu Dios, aquel que te sacó de Egipto. Cuando se acerque la hora del combate, se adelantará el sacerdote y dirigirá estas palabras al pueblo: «Escucha, Israel, estás para enfrentar a tus enemigos; que no desmaye tu corazón, no tengas miedo ni te turbes, ni tiembles delante de ellos, porque Yavé, tu Dios, está contigo. Él peleará en favor tuyo contra tus enemigos y te salvará.» (Deuteronomio 20:1-4)

Ahora bien, si tú obedeces de verdad la voz de Yavé, tu Dios, practicando y guardando todos los mandamientos que te prescribo hoy, Yavé, tu Dios, te levantará por encima de todas las naciones de la tierra. Entonces vendrán sobre ti y te alcanzarán todas las bendiciones siguientes, por haber obedecido a la voz de Yavé, tu Dios: Bendito serás en la ciudad y en el campo. Bendito será el fruto de tus entrañas y el fruto de tu tierra, las crías de tus burras, el parto de tus vacas y ovejas. Benditos tu canasta de frutos y tu reserva de pan. Bendito serás cuando salgas y bendito también cuando vuelvas. Yavé hará huir ante ti a los enemigos que te ataquen; por un camino saldrán a tu encuentro y por siete huirán de ti. Yavé ordenará a la bendición que esté contigo en tus graneros y en tus empresas para que seas bendecido en la tierra que Yavé, tu Dios, te da. (Deuteronomio 28:1-8)

Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.» (Génesis 3:15) Se ha marcado el inicio de la gran batalla.

Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas. Tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza; tengan buen calzado, estando listos para propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios. (Efesios 6:10-17)


No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te he dado fuerzas, he sido tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te he sostenido. (Isaías 41:10)


Pues bien, hijos míos, óiganme. ¡Felices los que siguen mis caminos! ¡Acepten mi enseñanza y sean sabios, no la menosprecien! Feliz el que me escucha, que aguarda cada día junto a mi puerta y permanece a la espera, en el umbral. Porque el que me encuentra ha encontrado la vida, sobre él vendrán los favores de Yavé. (Proverbios 8:32-35)