Evangelización para los Últimos Tiempos
Enseñanza Núm.15
Enseñanza Núm.15
Tema: LA ORACIÓN.
Todo
lo que ha nacido de Dios vence al mundo, y la victoria en que el mundo ha sido
vencido es nuestra fe. (1 Juan 5:4)
Cuando
ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en
las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo se
lo digo: ellos han recibido ya su premio. Pero tú, cuando reces, entra en tu
pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu
Padre, que ve en lo secreto, te premiará. Cuando pidan a Dios, no imiten a los
paganos con sus letanías interminables: ellos creen que un bombardeo de
palabras hará que se los oiga. (Mateo 6:5-7)
Cerca
está el Señor de los que le invocan, de todos los que lo invocan de verdad.
(Salmo 145:18)
Reconozcan
sus pecados unos ante otros y recen unos por otros para que sean sanados. La
súplica del justo tiene mucho poder con tal de que sea perseverante (Santiago
5:16)
Y si
nos escucha en todo lo que le pedimos, sabemos que ya tenemos lo que le hemos
pedido. (1 Juan 5:15)
Todo
lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su
Hijo. (Juan 14:13)
Ustedes
quisieran tener y no tienen, entonces matan; tienen envidia y no consiguen,
entonces no hay más que discusiones y peleas. Pero si ustedes no tienen es
porque no piden, o si piden algo, no lo consiguen porque piden mal; y no lo
consiguen porque lo derrocharían para divertirse. (Santiago 4:2-3)
Cuando
me invoquen y vengan a suplicarme, yo los escucharé; y cuando me busquen me
encontrarán, siempre que me imploren con todo su corazón. (Jeremías 29:12-13)
Por
eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y
lo obtendrán. (Marcos 11:24)
Sean
constantes en la oración; quédense velando para dar gracias; (Colosenses 4:2)
Somos
débiles pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo pedir ni qué
pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como con gemidos.
(Romanos 8:26)
Llámame
y te responderé; te mostraré cosas grandes y secretas que tú ignoras. (Jeremías
33:3)
El fin
de todas las cosas está cerca; vivan, pues, con sensatez, y dediquen sus noches
a la oración. (1 Pedro 4:7)
Antes
bien, en toda ocasión presenten sus peticiones a Dios y junten la acción de
gracias a la súplica. Y la paz de Dios, que es mayor de lo que se puede
imaginar, les guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:6-7)
Vivan
orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen
en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en
favor de todos los santos, sus hermanos. (Efesios 6:18)
Estén
siempre alegres, oren sin cesar y den gracias a Dios en toda ocasión; ésta es,
por voluntad de Dios, su vocación de cristianos. (Tesalonicenses 5:16-18)