Evangelización para los Últimos Tiempos
Enseñanza Núm. 20
Enseñanza
Núm. 20 “La Protección de Dios”.
10
de Septiembre del 2016
El pacto que contraigo con ustedes
es que, en adelante, ningún ser viviente morirá por las aguas de un diluvio, ni
habrá nunca más diluvio que destruya la tierra.» (Génesis
9,11)
Contigo acometo las huestes, con mi Dios escalo la muralla. (Salmo 18,30)
¿Qué más podemos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién
estará contra nosotros? (Romanos
8,31)
Las palabras de Dios pasan cualquier prueba, son un escudo
para los que confían en él. (Proverbios 30,5)
Yahvé es bueno; para los que en él
confían, es un refugio en el día de la angustia. Conoce a los que en él confían, y los salva de las aguas
embravecidas. (Nahúm
1,7)
El malo morirá por su maldad y los que odian al justo, lo tendrán que pagar. (Salmo
34,22)
Ningún arma que hayan forjado contra ti
resultará, y harás callar a cualquiera que te acuse. Este es el premio para los
servidores de Yahvé y la victoria que les garantizo, dice Yahvé. (Isaías 54,17)
El Señor es fiel: a ustedes los fortalecerá y preservará del
Maligno. (2ª Tesalonicenses 3,3)
Él es mi
roca, en él me refugio. Es mi escudo, mi salvación, mi ciudadela y mi refugio: mi salvador me salva de la violencia.
Invoco a Yahvé que es digno de
confianza y me veo libre de mis enemigos. (2a Samuel 22,3-4)
No corran tras el dinero, sino más bien confórmense con lo
que tienen, pues Dios ha dicho: Nunca
te dejaré ni te abandonaré. (1ª Juan 5,18)
¡Yahvé, mi fortaleza!, a él le cantaré, él fue mi salvación, él es mi Dios y lo alabaré, el
Dios de mi padre, lo ensalzaré. (Éxodo 15,2)
Dile
al Señor: «Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi
confianza». Él te librará del lazo del
cazador y del azote de la desgracia; te
cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un
refugio. No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las
tinieblas, ni la plaga que azota
a pleno sol. (Salmo
91, 2-6)
No te pido que los saques del mundo, sino que los defiendas
del Maligno. (Juan 17,15)
Yo estoy contigo; te protegeré a dondequiera que vayas y te
haré volver a esta tierra, pues no te abandonaré hasta que no haya cumplido
todo lo que te he dicho.» (Génesis 28,15)